Llegamos en el ferry a Wellington a eso de las 6 de la tarde. Sin mapa de la ciudad y sin la mas pálida idea de a donde teníamos que ir. Solo teníamos la dirección de una casa que ofrecía un cuarto para alquilar.
Mudarse a una nueva ciudad implica dos búsquedas:
a - cuarto en una casa compartida (acá se dice Flatmate wanted!)
b - trabajo, de lo que sea…. (ya pasare a contar)
Aclaro que no los numero porque el 1 y 2 da a entender que primero se hace una cosa y segundo la otra. Bueno no. Nosotras preferimos buscar trabajo y casa al mismo tiempo, y lo que aparezca primero bienvenido sea.
Vimos ese cuarto el primer día, una casa de tres kiwis, fanáticos del rugby, tanto que en vez de un living tenían una tribuna con planes a colocar una mega pantalla estilo cine para ver los partidos del mundial. Los chicos simpáticos y nosotras también, hasta que nos preguntaron la edad y bueno… contestar 27 pero con un espíritu joven no les pareció muy copado y no nos eligieron.
Segundo día, ya instaladas en un maldito backpacker compartiendo cuarto con otras 4 personas (yendo y viniendo: una pareja de gallegos que estaban totalmente desesperanzados de que sus búsquedas resultaran positivas, un italiano rarísimo, tres ingleses que se tomaron hasta el agua de las masetas…) fuimos a ver dos cuartos mas con una gorda simpática que nos hizo un city tour por la ciudad en auto. Los cuartos feísimos y olorosos, la ciudad divina! Muy alternativa, grande pero fácil para conocer, entre medio de montanas y pegada al mar. Muy ventosa, diría que es el lugar mas ventoso que conocí hasta ahora, no en el viaje… en mi vida. WINDY WELLINGTON.
Este mismo día tuvimos la primer entrevista. Con el lema “trabajo DE LO QUE SEA” fuimos a una entrevista para ser seguridad en el estadio Westpac. Básicamente nos enseñaron a revisar bolsos al estilo todo lo que se hace en argentina acá no se hace. Ahora queda la posibilidad para que nos llamen cada tanto para dar una mano en los partidos del mundial, asíque veremos si nos ven por la tele vestidas de seguridad.
Tercer día, recorrimos la ciudad dejando curriculums en bares y empresas de empleos temporarios, llenamos muchos formularios. También vimos dos casas más. Una nos encanto! Cuatro kiwis, uno lo mandaron a trabajar a Auckland y puso su cuarto… mega cuarto… en alquiler. Todos habían viajado a argentina así que tiraban una que otra palabra en castellano. Uno abogado, otro administrador, otro ingeniero y el que faltaba modelo!!! Una pena no lo pudimos conocer. Por supuesto que si nos hubiesen elegido ya estaríamos ahí instaladas viviendo, pero parece que se mudo un amigo, así que mas allá de que fuimos las preferidas no se nos pudo dar. Pero nuestro tel lo tienen y ya andan preguntando si estamos para ir a tomar algo algun dia.
Siguiente casa en Newtown, a unos 10 minutos caminando de la city. Casa de prácticamente todos estudiantes de medicina. Seis cuartos. Una buena cocina y buena gente!!! Nuestro futuro hogar. Nos eligieron y hoy sabado ya estamos mudadas, le pusimos nuestros toques personales al cuarto y estamos como en casa. Búsqueda A – solucionada.
Mientras seguimos buscando trabajo aprovechamos para conocer de a poco la ciudad, recorrimos el museo Te Papa, jugamos buenos partidos de canasta, estuvimos con Miky Toribio comiendo y viendolo tocar arreglos en su banda kiwi y soñamos con un futuro en Asia.