Acá vuelvo a mi vida normal después de 14 días de intenso turismo. Más allá de la obvia razón de mi viaje a Sydney que fue la visita de papa a Clari, la razón oculta era presenciar la cara de Clarita cuando veía la sorpresa que le tenía papa. Nada más ni nada menos que Nico, nuestro primo. Fue espectacular verla a Clari cuando de repente en la multitud que congrega un aeropuerto diviso la cara del Potro (así le decimos nosotras, para el obvio un quemo), el grito que pego no se dan una idea, papa se reía, yo lloraba emocionada mientras que filmaba el momento, y Nico creo que quería que la tierra se lo tragara del papelón que estaba haciendo Clari.
Sydney como siempre espectacular. Esta vez me toco ser la guía turística, los lleve a los lugares ya visitados, y conocimos otros, como las Blue Mountains, Newtown, y North Sydney. Al ir con papa por supuesto que teníamos que ir a algún museo, así que fuimos al Museo de los Convictos, nada mas porque no hay, ciudad joven = poca historia. Subimos a dos torres con bares que giran 360 grados con una vista impresionante de toda la city. Fuimos a ver Romantic Rhapsody por la orquesta Sinfónica de Sydney en el Opera House. Con Clari nos tentamos los primeros 5 minutos. Las Querejetas tenemos problemas de risa en todo evento que prohíba hablar, toser, o emitir sonido alguno, sumado a lo sacado que era este director de orquesta en particular que hacia unas caras y unos gestos corporales dignos de unas carcajadas. Por suerte paso rápido ya que el sueño venció a Clari. Muy bueno. Dato: si sos estudiante o menor de 30 te dan un considerable descuento en las entradas.
Después de paseos, charlas y risas, se vino la despedida con Clari, lagrimas de por medio le dijimos hasta luego a Sydney, y nos tomamos avión a Queenstown. Que lindo volver a casa, y encontrarme con Angus, encontré a mi amiga agitada laboralmente pero sumamente copada con su experiencia de haber vivido sola unos días, creo que salio mas que conmigo, evidentemente tiro abajo al dúo, con el frío que hace soy la mas vaga para salir.
Apenas aterrizado el avión, papa y el potro vieron montaña y nieve y ya querían ir a esquiar. A la mañana siguiente ya estábamos en Coronet Peak, chico si se compara con Bariloche, pero lindo. Fuimos con nuestro auto, subió la montaña como nadie, no se puede creer lo bien que anda. Al otro día nuevamente a esquiar, esta vez a The Remarks y con la compañía de Angie, que gozaba de su primer día off de dos. Angeles “mentirosa” Yvorra subía advirtiendo que era chotisima esquiando, claramente no lo es, nos sorprendió a todos con su calidad e intrépida actitud enfrentando las pistas. La pasamos espectacular, y para terminar ese día fuimos a comer a un lugar muy bueno, a tomar unas cervezas y jugar al pool en Harrys, y para cerrar lo llevamos al potro a Buffalo que era el día de wet T-shirt competition. Buen cuento para sus amigos.
Día siguiente, día de valientes: Bungy Jumping. Angie y el Potro se animaron y saltaron al vacío, nervios previos, Nico que saltaba tipo precalentando, Angie que se reía y le salían cataratas de aguas de las manos. Papa que en un momento pensó en hacerlo, yo por mis adentros rogando que no, dado que si se tiraba el sentía que yo tenia que hacerlo, “como mi viejo lo va a hacer y yo no… y que no lo haga, todo tiene un limite…de edad.” Por suerte reculo y se quedo de espectador fascinado ante la valentía ajena. Nico fue el primero, colgado patas para abajo se aplaudía, genial, Angie colgada gritaba Carajoooo!
Los dos terminaron copados con sonrisas gigantes.
Otro día, el ante ultimo y la ultima aventura: Shotover Jet, una lancha rápida que va por un río haciendo filos contra las rocas…lo que grite! Buena aventura, altamente recomendable. Y llego la ultima comida, y al día siguiente la despedida. Abrazos y por supuesto: mis infaltables lagrimas. Que tristeza me dan las despedidas, por suerte es solo un momento. Después pienso en lo que estamos viviendo y lo que nos queda por delante y es tan tan bueno que la tristeza se disipa rápidamente. Pienso que que bueno que estuvo, que bueno que hayan venido y haber compartido estos días y mi vida acá. Que hayan conocido nuestro town, nuestra casa, nuestro auto fumador (papa indignado, pero le tuve que recordar que es NUESTRO auto y que las reglas son las que nosotras ponemos). En definitiva nuestra vida temporaria en Queenstown.
Este fue un viaje familiar dentro de mi viaje. Otro viaje inolvidable. Inolvidable tambien se me hace pensar que algunos agentes aduaneros australianos se deben estar fumando mis Marlboros que mi padre y Nicolás siendo tan políticamente correctos declararon.. a quien se le ocurre declarar eso?? Mas alla de esto, GRACIAS por la visita, por los momentos vividos.
Pachita!!! Me transportaste con los cuentos!!! Acá estaba esperando las aventuras familiares!!
ResponderEliminarSe te lee feliz!!! Se nota que se disfrutaron todo!! Menos mal que Cachito se bajo del bungy... Miedo!!! Bien por Ang y por Nico!!
Ya hable con tu Papa y le di la bienvenida a este lado del mundo!! Espero verlo esta semana para que me cuente TODO y me muestre TODO!! Fotos y videos!!
Linda te queda mucho por delante, a seguir disfrutando a pleno!!!!
Besos grandes para las dos!!!
Lo.
Las quiero mucho!!