Empezó esta gran ansiada parte del viaje: ASIA!
Llegamos a Kuala Lumpur, Malasia, después de 11 horas de vuelo, ni una pudimos dormir. Definitivamente estábamos muy excitadas.
Apenas salimos del aeropuerto (caótico) casi colapsamos desmayadas del calor. (Y eso que llegamos de noche, no se puede explicar lo que es durante el día si el sol apenas roza una parte de tu cuerpo). Sumemos al calor una humedad de mil por ciento lo que equivale a un pelo descontrolado. Agotadas por el viaje y abrumadas por el caos, al primer hostel que encontramos nos quedamos. Simplemente espantoso, faltaba un roedor para que la escena sea realmente deprimente. Al otro día lo primero que hicimos fue mudarnos de hostel, subimos un poco la categoría pero no se crean que tanto, en el Chinatown de KL mucho no se puede esperar, pero por 5usd la noche estaba bien.
Ya instaladas encaramos primero las Batu Caves, lindo, distinto, son cosas que ves en fotos y que una vez que estas ahí y lo ves pensas y decís “wow estoy en Asia!!!” Para ir a este lugar nos tomamos un bondi de línea, tipo el 60, no saben lo que son los bondis y los choferes, los bondis se caen a pedazos pero tienen aire (un lujo), y lo mejor son en la parada de bondis que se baja el chofer se fuma un pucho, charla con gente y cuando quiere vuelve a salir, son muy relajados.
Petronas, impresionante, realmente imponente. Un gran shopping por dentro, donde nos refugiamos a disfrutar del aire acondicionado. Nada de comprar, ahí están todas las marcas tops. Si a comprar fuimos al Mercado de Kuala Lumpur: un mareo! Encima apenas pisas suelo asiático tenes que hacer un cambio mental de precios fijos a regatear, algo que te dicen que sale 10 al final lo podes comprar a la mitad o menos. Angie el primer día le daba pena y fiaca también. Después la pena se disipo cuando se dio cuenta que realmente te tratan de cagar. Se regatea hasta el tipo de cambio. Con Angie nos preguntamos: en Argentina será lo mismo con los turistas? En las casas de cambio se negocia el precio o es fijo?
Fuimos a la mezquita nacional de Malasia, parecida a la que esta al lado del Jumbo de Palermo, pero diez veces mas grande. Para entrar nos dieron las túnicas para cubrir cuerpo y pelo, que no recuerdo su nombre. Impresionante el lugar. Nosotras seguíamos a la gente con tunica, en un momento seguimos a gente con tunica negra y no violeta como la de los turistas y nos encontramos en el medio del templo. Un guardia nos hace señas que nos movamos, nos movemos. Y empezamos con una mega sesión de fotos ya que el lugar era divino y nosotras vestidas de esta manera tan inusual. Tan copadas estábamos con la sesión que hasta me senté en la alfombra y Angie me fotografiaba. De repente, un poco irritado el guardia nos señala la salida y ahí divisamos a todos los turistas no musulmanes mirándonos sorprendidos ante nuestro atrevimiento. Así que luego de “profanar” la mezquita, huimos avergonzadas. (Foto del momento de la retirada evitando tropezar)
Dado que ante la falta de tiempo a India lo hemos postergado para el futuro, fuimos a comer a un lugarcito en Little India. Un lujo porque en general comemos mas en puestitos de la calle para no gastar tanto, que por supuesto también se regatea. Volviendo a la experiencia de comida india. Lugarcito donde éramos las únicas turistas, nos traen un menú por suerte traducido, le anotamos lo que queremos con un cartel al lado diciendo “no spicy.” Y también aclarando a través de señas que por favor no sea picante. El mozo movía su cabeza negativamente y decía “no spicy no problem”. Esperando nuestros platos no picantes, observamos mucho el lugar. Mucha gente, en su mayoría hindúes, y absolutamente todos comiendo con la mano. Llego nuestra comida, una pinta espectacular, nos trajeron tenderos, y al primer bocado nos miramos y casi morimos, los dos platos muy muy picantes. El picor se hacia mas insoportable con cada bocado y pedimos mas agua para suavizar el ardor. Cuando el mozo nos trae el agua, nos mira y se ríe, evidentemente las dos con cara de “la estoy pasando muy mal” nos trae pepino con una salsa de yogurt que ayuda a suavizar el picante. Un poco ayudo. A los mozos les hicimos el día, estaban tentados de nosotras. Conclusión: nunca confiar que no spicy sea verdaderamente no picante. En ningún lado de Asia que a todo le ponen algo que pica.
Kuala Lumpur no nos encanto. Es muy fuerte el contraste que existe entre pobreza y desarrollo. Pero es medio un lugar obligado por ser uno de los aeropuertos importantes de Asia, así que si alguien viaja ahí vaya un día, mire las Petronas, sáquese unas fotos en las Batu Caves y vuelva al hotel a disfrutar el bendito aire acondicionado.
Nos paso que la gente nos ha pedido sacar fotos con nosotras, rarísimo. asiáticos curiosos antes dos bellezas argentinas?
Y un poco aclimatadas a este tan distinto continente en tantos sentidos, volamos a nuestra próxima parada: Ho Chi Min City, Vietnam.
Palabras malayas aprendidas:
Terimakasi – Gracias
Keluar – Salida
Teksi- Taxi
Y acá la quedamos, esperamos en el futuro nos vaya mejor con los idiomas asiáticos.
Están en Asia!!!! En nombre de los asiáticos, BIENVENIDAS!!!!
ResponderEliminarOjo con la comida, aunque ya lo hayan vivido!!
Terimakasi por los relatos!! Espero más!! Que sigo de viaje con ustedes...
Las quiero!!! Y las espero!!
Disfruten!!!
Besos bien grandes!!
Lo.
Me encantó tu post! me trae tantos recuerdos! :-)
ResponderEliminarKL es una de mis ciudades favoritas!
saludos
Alex